Adiós privacidad



Según el informe anual Mobile Economy de la GSMA (organización de operadores móviles) el número de usuarios de telefonía móvil  (más precisamente de tarjetas SIM en uso) en 2018 superó por primera vez a la población mundial.  Lo cual implica que hay más líneas móviles que personas físicas, curioso no?

Sin lugar a dudas, el teléfono móvil es una herramienta importante, de uso cotidiano, por la cual controlamos nuestra actividad laboral, social, etc. Pero, ¿realmente tenemos control sobre nuestro dispositivo, o últimamente se está saliendo un poco de control?

No solamente nosotros podemos acceder al contenido y funcionalidades del teléfono (como la cámara y el micrófono), sino que también el Sistema Operativo del mismo (Android, IPhone, Windows Phone, etc), y las aplicaciones instaladas también tienen esta posibilidad.

Es importante para las empresas que ofrecen espacios de publicidad, atraer inversores ofreciendo mejores opciones para el target de sus productos. Al principio, las empresas que venden publicidad vieron la posibilidad de inspeccionar las cookies almacenadas en nuestro ordenador para saber qué páginas visitábamos y de esta forma canalizar mejor la publicidad de sus auspiciantes. Si bien ésta es una invasión a la privacidad, podría uno no sentirse incomodado demasiado, puesto que además de la dirección web, una cookie solamente puede almacenar una cadena de caracteres que el sitio que la creó utiliza generalmente para proporcionar al usuario alguna utilidad al volver a visitar el enlace, por ejemplo, no tener que volver a loguearnos, si necesitáramos hacerlo. La incorporación del GPS, permitió hacer uso del posicionamiento para canalizar anuncios en base a la ubicación. Luego aparecieron las aplicaciones con permisos para acceder a la cámara y micrófono de nuestros equipos y ahí empiezan los problemas…

Hace un par de años, ocurrió algo extraño. Un amigo y yo estábamos sentados en un bar, con el iPhone en el bolsillo, hablando de nuestro último viaje a Japón y de lo mucho que nos gustaría volver. Al día siguiente, ambos vimos anuncios en Facebook sobre vuelos baratos a Tokio. Pensamos que fue mera coincidencia, pero parece que todos han tenido una experiencia parecida. ¿Estamos ante un caso de paranoia o es que el smartphone nos está escuchando? 

Extracto de artículo publicado en Vice.com: https://www.vice.com/es_mx/article/wjbzzy/vice-celular-escucha-espionaje-publicidad

Continúa el artículo:

Todas las aplicaciones que tienes en el móvil, incluido Facebook, siguen teniendo acceso a esos datos sin necesidad de activar nada y tienen la potestad de decidir usarlos o no.

“De vez en cuando, hay servidores [de aplicaciones como Facebook] que reciben audios, aunque no se sabe muy bien qué provoca que se envíen esos fragmentos de audio”, explica Peter. “Ya sea mediante temporizadores, localizadores o el uso de ciertas funciones, [estas aplicaciones] utilizan permisos para activar los micrófonos y lo hacen con regularidad. Las aplicaciones envían estos datos de manera encriptada, por lo que resulta muy complicado detectar el desencadenante”.

Aplicaciones como Facebook o Instagram podrían contar con miles de estos desencadenantes.

“Viendo que Google lo reconoce de manera abierta, personalmente daría por hecho que hay otras empresas que hacen lo mismo”

Con esta información, me dispuse a realizar un experimento. Estuve durante cinco días seguidos diciendo una serie de frases, como “Creo que voy a volver a la universidad” y “Necesito comprarme camisas baratas para ir al trabajo”, dos veces al día para comprobar si de esta forma se activaba esa misteriosa función. Después, me puse a revisar las publicaciones patrocinadas de Facebook para comprobar si había cambiado algo.

Los cambios no tardaron en llegar. De repente, me salieron varios anuncios de cursos de seis meses en varias universidades y de marcas que tenían ropa barata en oferta. Además, tuve una conversación con un amigo acerca de cómo me había quedado sin datos y me salió un anuncio sobre tarifas baratas de datos de hasta 20 megas. No puedo decir que no fueran buenas ofertas, pero todo aquello fue revelador y daba bastante miedo.

Por lo pronto nos estamos manejando en el ámbito de la publicidad, que hasta cierto punto podemos tolerar, pero hay que tener en cuenta que hacia fines de 2015 las grandes empresas de internet, como Google, Microsoft y Facebook actualizaron su política de privacidad, sí, todas casi simultáneamente, he incorporaron nuevas cláusulas por las que se atribuyen la facultad de poder compartir la información que recaban a terceras partes. Ahora la situación no es tan favorable. Sumémosle que gracias al software de identificación facial de Facebook (quién se lo facilitó?), no solamente estamos damos información visual y verbal (y posicionamiento, no hay que olvidarse del GPS) sino que también brindamos información de nuestras amistades y entorno. Hoy en día desbloqueamos nuestro móvil mediante huellas digitales, también se incorporó el desbloqueo mediante reconocimiento facial.


¿Hay más todavía?

Por otra parte el gobierno también busca por sus propios medios almacenar e indexar nuestra información personal. Además de nuestro rasgo facial (mediante la cédula electrónica) y huellas digitales, recauda información financiera, laboral, posesiones, etc. El gobierno de China, fue un paso más adelante e implementó un software de reconocimiento mediante inteligencia artificial que analiza y almacena todos los datos biométricos de la persona (reconocimiento facial y corporal, forma de caminar, etc). También permite a la policía usar gafas de reconocimiento facial. 


Si a esta red de información le sumamos la vigilancia mediante el uso de satélites, los cuáles pueden verte con mucha resolución aunque tengan órbitas espaciales, ya podemos empezar a sospechar. ¿Adónde vamos a llegar?

https://motherboard.vice.com/es/article/xyaqvq/los-satlites-de-google-podrn-ver-tu-cara-desde-el-espacio

https://codigooculto.com/2017/12/dragonfly-eye-inteligencia-artificial-puede-identificar-a-2-mil-millones-de-personas-en-segundos/

http://www.eluniversal.com.mx/techbit/no-es-broma-un-estudio-confirma-que-tu-telefono-te-esta-observando

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