Bombas y armas no convencionales





Bombardeo cinético

El bombardeo cinético es el acto de atacar desde el espacio una parte de la superficie planetaria con un proyectil no explosivo donde la fuerza destructiva proviene de la energía cinética liberada durante impacto del proyectil.

Proyecto Thor

Proyecto Thor es un sistema de armas ideado que dispara proyectiles cinéticos desde la órbita terrestre para dañar objetivos en el suelo. Se dice que el concepto surgió en un estudio clasificado de la Fuerza aérea de los Estados Unidos en los años 1950.

El sistema descrito consiste en un "poste telefónico" orbital de tungsteno con pequeñas aletas y un computador guía. El arma puede tener un tamaño de pocos metros de longitud.

El tiempo entre pérdida de órbita e impacto sería de pocos minutos y dependiendo de las órbitas el sistema tendría un alcance mundial. No hay necesidad de desplegar misiles, aviones u otros vehículos. Aunque el tratado SALT II (1979) prohibió el despliegue de armas de destrucción masiva en órbita, no prohibió la colocación de armas convencionales.

Esta arma causa daño debido a que se mueve a velocidades orbitales, de como mínimo 9 kilómetros por segundo. La cantidad de energía liberada por la versión más grande cuando choca contra el suelo es comparable con una pequeña bomba nuclear o una bomba convencional muy grande. Las armas más pequeñas liberarían una energía comparable a una bomba convencional de unas 500 libras.

La forma de barra es óptima porque mejora la reentrada atmosférica y maximiza la capacidad para penetrar objetivos resistentes o enterrados. El dispositivo mayor sería capaz de alcanzar búnkeres subterráneos muy profundos y otros centros de control y mando. Las barras más pequeñas serían empleadas para uso antiblindaje, antiaéreo, antisatélite y antipersonal.

La defensa contra esta arma es muy complicada. La velocidad de impacto es muy alta y la sección visible en el radar es muy pequeña. El lanzamiento es muy difícil de detectar, podría ser cualquier señal de infrarrojos detectada en órbita, en cualquier posición. Esta señal infrarroja también es mucho más débil que la debida al lanzamiento de un misil balístico. Un inconveniente del sistema es los sensores del arma son inútiles durante la reentrada atmosférica debido al recubrimiento de plasma que se desarrolla a su alrededor, de forma que sería difícil acertar a un objetivo móvil si este realiza alguna maniobra imprevista.

La versión grande se lanzaría de forma individual, mientras que las versiones menores se lanzarían desde «vainas» o «portadores» que contendrían varias barras.


Bomba termobárica

Una bomba termobárica de alto impulso (HIT), también conocida como bomba de combustible o bomba de vacío, consiste en un contenedor de un líquido volátil o gas a alta presión que en algunos modelos está mezclado con un explosivo finamente pulverizado y (normalmente) dos cargas explosivas separadas. Después de que el ingenio es lanzado desde una aeronave o se dispara, la primera carga explosiva (u otro mecanismo de dispersión) revienta el contenedor a una altura específica y produce la dispersión del combustible en una nube que se mezcla con el dioxígeno (antiguamente llamado oxígeno) de la atmósfera. Una vez que el combustible ya se ha mezclado lo suficiente, se detona la segunda carga que propagará la explosión (onda explosiva) por toda la nube de combustible. Así pues, se diferencia de los explosivos convencionales en el hecho de que usa como oxidante de la reacción explosiva al propio dioxígeno del aire, en vez de cargarlo en el propio artefacto explosivo.

La explosión puede aniquilar equipos y edificios reforzados; mata y daña a las personas próximas. El efecto antipersona de la onda explosiva es más letal en refugios excavados en el suelo, sobre personas con algún tipo de armadura o protección corporal y en espacios cerrados "rígidos", como cuevas, edificios y búnkeres.

La sobrepresión ejercida en el interior de la explosión puede alcanzar los tres megapascales (3 MPa) (430 PSI) y la temperatura puede oscilar entre los 2500ºC y los 3000ºC. Fuera de la nube, la onda explosiva viaja a más de 3 km/s. Esta onda, al pasar, deja tras de sí el vacío. Este vacío es capaz de arrancar objetos que no estén sujetos. Sin embargo, como efecto más serio, el vacío arrastra el combustible no explosionado pero aún en combustión, causando una penetración del mismo en todos los objetos no herméticos dentro del radio de la explosión y produciendo su incineración instantánea. Pueden presentarse daños internos y asfixia en las personas que hayan quedado fuera de la zona de mayor efecto de la explosión; por ejemplo, en galerías o túneles profundos, a consecuencia de la onda explosiva, el calor y la subsiguiente extracción del aire debida al vacío.

Los efectos producidos por explosivos aire-combustible (alta presión prolongada en el tiempo e impulso de calor) a menudo se asemejan a los de un arma nuclear de baja intensidad.

En su forma actual, estos ingenios (luego llamados munición aire-combustible) se habrían desarrollado en la década de 1960 para ser empleados por los Estados Unidos durante la guerra de Vietnam, para destruir la red de túneles del Viet Cong, "despejar" zonas de jungla para el aterrizaje de helicópteros y "limpiar" campos minados.


Bomba de cobalto

Una bomba de cobalto es un tipo de "bomba potenciada": un arma nuclear diseñada para producir mayores cantidades de lluvia radiactiva, destinada a contaminar una gran área con material radioactivo.

Se podría hacer una bomba de cobalto colocando una cantidad de metal de cobalto ordinario alrededor de una bomba termonuclear. Cuando la bomba explota, los neutrones producidos por la reacción de fusión en la etapa secundaria de la explosión de la bomba termonuclear transmutarían el cobalto al cobalto 60 (60Co) radioactivo, que se evaporaría por la explosión. El cobalto luego se condensaría y volvería a caer a la Tierra con el polvo y los escombros de la explosión, contaminando el suelo.

El cobalto-60 depositado tendría una vida media de 5.27 años.


Arma biológica

Un arma biológica —también conocida como bioarma o arma bacteriológica— es cualquier patógeno (bacteria, virus u otro organismo que cause enfermedades) que se utiliza como arma de guerra.

Clases de armas

Bacterias. Las bacterias son organismos microscópicos que viven libremente y que se reproducen por división simple y son fáciles de cultivar. Las enfermedades que producen a menudo responden al tratamiento con antibióticos.

Virus. Los virus requieren organismos vivientes para reproducirse ya que no son seres vivos, son solo información genética encapsulada. Son como una especie de "parásitos" que dependen íntimamente de la célula que infectan. Los virus provocan enfermedades que no responden a antibióticos; no obstante, los antivirales son eficaces. Han existido programas de investigación genética para producir las llamadas quimeras, virus recombinados que tienen las características de varios antecesores.

Toxinas. Las toxinas son sustancias nocivas que se encuentran y se extraen de plantas, animales o microorganismos vivos; algunas toxinas pueden producirse o alterarse por medios químicos. Algunas de estas pueden tratarse con antitoxinas específicas y medicinas selectas.

La dispersión de este tipo de armas es también compleja, dada la fragilidad de los entes vivos que la componen, y suele realizarse de las siguientes formas: 

Aerosoles –agentes biológicos que se dispersan en el aire, formando un rocío fino que puede extenderse por millas, normalmente lanzados desde aviones o mediante bombas o misiles. Inhalar el agente puede causar enfermedades en las personas o los animales. Este es el método militar estándar.

Animales –algunas enfermedades se propagan por medio de insectos y animales, tales como pulgas, ratas, moscas y mosquitos. Deliberadamente propagar enfermedades a través del ganado también se denomina agro-terrorismo.

Contaminación de los alimentos y el agua –algunos organismos y toxinas patogénicas pueden persistir en los suministros de agua y alimentos, o ser arrojados deliberadamente a los mismos. La mayoría de los microbios pueden matarse y las toxinas pueden desactivarse cocinando los alimentos e hirviendo el agua.


Arma química

Las armas químicas utilizan las propiedades tóxicas de sustancias químicas para matar, herir o incapacitar. Las armas químicas están clasificadas como armas de destrucción masiva.

Las armas químicas han sido usadas en muchas partes del mundo durante cientos de años pero la «moderna» guerra química comenzó durante la Primera Guerra Mundial, aunque el primer país de la historia en usar masivamente estas armas fue España en 1925 durante la guerra del Rif, empleando masivamente en sus ataques el gas mostaza, mediante proyectiles de artillería o bombardeos aéreos. Inicialmente sólo se usaban conocidos productos químicos comerciales y sus variantes. Esto incluía el cloro y el gas fosgeno. Los métodos de dispersión de estos agentes durante el combate eran relativamente poco precisos e ineficientes.

Las armas químicas se clasifican de acuerdo a su persistencia, una medida del tiempo en que el agente químico permanece activo tras la diseminación. Los agentes químicos se dividen entre persistentes y no persistentes.

Los agentes clasificados como no persistentes pierden efectividad tras unos minutos o horas. Los agentes puramente gaseosos como el cloro son no persistentes, como tampoco los altamente volátiles como el sarín y muchos otros agentes nerviosos. Tácticamente, los agentes no persistentes son mucho más útiles contra objetivos que deben ser tomados y controlados en poco tiempo. Hablando en forma general, los agentes no persistentes presentan sólo peligro por inhalación.

En contraste con los primeros, los agentes persistentes tienden a permanecer en el entorno por periodos más largos, como una semana, complicando la descontaminación. La defensa contra los agentes persistentes requiere protección para largos períodos. Los agentes líquidos no volátiles como los agentes en ampolla y el agente nervioso oleaginoso VX no se evaporan fácilmente, y por lo tanto, presentan gran peligro al contacto.


Bomba de antimateria

El uso de la antimateria con fines bélicos se viene estudiando desde 1930 y alcanzó gran desarrollo a nivel teórico durante la guerra fría.

Así como existen en el átomo protones (carga positiva) y electrones (carga negativa), también existe su contrapuesto: antiprotones y positrones, aunque estos últimos no abundan en el universo.

Cuando una partícula de materia se encuentra con su correspondiente homóloga de antimateria, se aniquilan mutuamente y liberan inmensas cantidades de energía. Éste es el fundamento del motor de antimateria y puede también ser utilizado para la confección de un dispositivo destructor. Esta es la mejor fuente de energía conocida. En una reacción atómica, aproximadamente un 5% de la masa involucrada se transforma en energía, mientras que en esta reacción el 100% de la masa se transforma en energía.

La idea básica del mecanismo no difiere sustancialmente del utilizado en la confección de una bomba atómica: se debe mantener la antimateria aislada de cualquier tipo de materia, normalmente dentro de un contenedor electromagnético. Si en la bomba nuclear una detonación permite alcanzar repentinamente la masa crítica que de inicio a la reacción, en la bomba de antimateria sería suficiente con desactivar el aislamiento, con lo cual se iniciaría inmediatamente la aniquilación, una reacción mil veces más energética que la proporcionada por la misma cantidad de masa en la fusión atómica.

La aniquilación perfecta de medio gramo de antimateria con medio gramo de materia liberaría una energía de 21,4 kilotones de TNT, prácticamente la misma energía que la liberada por la bomba que destruyó Hiroshima.

Sin embargo, las armas de antimateria distan aún mucho de ser una realidad, debido entre otras causas al elevado precio que supone la creación de antimateria por los medios actuales.

Aunque las antipartículas se crean constantemente en las colisiones de partículas de alta energía (como por ejemplo con los rayos cósmicos), desarrollar procedimientos que aprovechen esta fuente natural de antimateria parece complicado. Así pues, no habría otra opción que fabricarla en los modernos aceleradores de partículas.

Pero aún haciendo la inversión económica necesaria y pudiendo almacenar los antiprotones, la técnica actual de producción simplemente no permite la obtención de una cantidad relevante de antimateria útil. Científicos del CERN aclaran que su ritmo de producción es del orden de 107 antiprotones por segundo y son necesarios 6x1023 para crear un gramo de antihidrógeno. Haciendo cálculos, resulta que se tardarían dos mil millones años en conseguirlo.

El precio de la cien billonésima parte de un gramo de positrones sería de 6 billones de dólares, según un cálculo realizado por científicos de la NASA, quienes estudian la producción de la misma con el objetivo de utilizarlo en los futuros viajes espaciales como combustible.


HAARP (High Frequency Active Auroral Research Program)

Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia— fue un programa financiado por la Fuerza Aérea y la Marina de los Estados Unidos, la Defense Advanced Research Projects Agency (DARPA) y la Universidad de Alaska. Su objetivo fue estudiar las propiedades de la ionosfera a fin de desarrollar y mejorar la tecnología que utiliza sus propiedades para transmitir las radiocomunicaciones y su uso en los sistemas de vigilancia estratégica, como por ejemplo, los sistemas de detección de misiles.

El sistema transmisor de alta frecuencia es capaz de producir aproximadamente 3,6 MW de potencia en la banda de radiofrecuencia. Para lograr ese grado de linealidad, los transmisores operan a un 45 % del rendimiento total. Los generadores diésel deben suministrar energía al resto del equipamiento utilizado por las emisoras, incluyendo el sistema de refrigeración y las estaciones de bajo nivel de amplificación. Como resultado, aproximadamente 10 MW de energía principal se requiere cuando el sistema transmisor está funcionando a plena potencia.

En agosto de 2002, la tecnología HAARP tuvo una mención como tema crítico en la Duma (parlamento) de Rusia. La Duma elaboró un comunicado de prensa sobre el programa HAARP. El comunicado de prensa indicaba lo siguiente:

«Los Estados Unidos están creando nuevas armas integrales de carácter geofísico que puede influir en la tropósfera con ondas de radio de baja frecuencia... La importancia de este salto cualitativo es comparable a la transición de las armas blancas a las armas de fuego, o de las armas convencionales a las armas nucleares. Este nuevo tipo de armas difiere de las de cualquier otro tipo conocido en que la tropósfera y sus componentes se convierten en objetos sobre los cuales se puede influir».

Sin embargo, el equivalente ruso Sura, es una instalación similar pero unas 50 veces más potente que HAARP (180 MW frente a 3,6 MW). El Parlamento Europeo, por su parte, en una resolución del 28 de enero de 1999 sobre ambiente, seguridad y política exterior (A4-0005/1999), señalaba que debido a los potenciales efectos de las actividades realizadas por el proyecto HAARP, estas eran de trascendencia y envergadura mundial, por lo que solicita que sea objeto de una evaluación por parte de STOA en lo que se refería a sus repercusiones sobre el medio ambiente local y mundial y sobre la salud pública en general. En esa misma resolución del Parlamento Europeo, se pedía que se celebrara una convención internacional para la prohibición mundial de cualquier tipo de desarrollo y despliegue de armas que puedan permitir cualquier forma de manipulación de los seres humanos.

Los pulsos emitidos artificialmente estimulan a la ionosfera creando ondas que pueden recorrer grandes distancias a través de la atmósfera inferior y penetran dentro de la tierra para encontrar depósitos de mísiles, túneles subterráneos, o comunicarse con submarinos sumergidos, entre mucha otras aplicaciones.

¿Qué es el Electrojet?. Hay una electricidad flotando sobre la Tierra llamada electrojet aureal, al depositar energía en ella se cambia el medio, cambiando la corriente y generando ondas LF (Low Frecuency) y VLF (Very Low Frecuency). HAARP tiene la intención de acercar el electrojet a la Tierra con el objetivo de aprovecharlo en una gran estación generadora.

HAARP enviará haces de radiofrecuencia dentro de la ionosfera, los electrojet afectan al clima global, algunas veces durante una tormenta eléctrica llegan a tocar la Tierra, afectando a las comunicaciones por cables telefónicos y eléctricos, la interrupción de suministros eléctricos e incluso alteraciones en el estado del ser humano.

El HAARP actuaría como un gran calentador ionosférico, el más potente del mundo. En este sentido podría tratarse de la más sofisticada arma geofísica construida por el hombre, y que gracias a su efecto "espejo" podría dirigir sus efectos hacia cualquier zona del planeta.

Fuera de la manipulación climática, HAARP tiene una serie de otros usos relacionados: "HAARP podría contribuir a cambiar el clima bombardeando intensivamente la atmósfera con rayos de alta frecuencia. Convirtiendo las ondas de baja frecuencia en alta intensidad podría también afectar a los cerebros humanos, y no se puede excluir que tenga efectos tectónicos".

Haarp en Irán – (La onda ionizada no suele ser visible durante el día como en el segundo video -por la noche generan una luminosidad parecida al rayo-, pero en este video se puede ver debido a la nubosidad en el momento de su uso)



Se dice que este proyecto pudo ser el causante del tsunami de Fukushima. Por aquél entonces en Japón se debatía la posibilidad de dejar el dólar como moneda de transacción internacional. Decisión que no se llevó a cabo. Algunos medios también afirman que durante la guerra de Irak soldados irakíes fueron vistos salir de búnkers donde se encontraban atrincherados con mareos y alucinaciones sin motivo aparente, hecho que también pudo haber estado relacionado con el uso de este dispositivo.




Arma de plasma?

Por último hacemos referencia al posible uso de un arma de plasma, del que oficialmente ningún país afirma su existencia pero hay indicios de que algunos países la estarían incluyendo en sus arsenales. Esto se deriva de fenómenos como los siguientes:


La fotografía representa un agujero que apareció en Guatemala de la noche a la mañana en 2010, de 60 metros de profundidad y 30 de diámetro. 

Se intentó  explicar este fenómeno aludiendo a la posibilidad de una depresión natural en la superficie causada por procesos kársticos. Ocurre en regiones rocosas formadas por caliza y arcilla que han sido devoradas por aguas subterráneas. Sin embargo, algunos geólogos no están de acuerdo con echar la culpa sólo a la Naturaleza. Aseguran que el agujero es otra cosa, «mucho más peligrosa», en la que ha participado la mano del hombre.

Lo que no se puede explicar es la forma perfecta  circular que fusionó distintos tipos de materiales a su paso.

Este no es el único caso, también han aparecido este tipo particulares de agujeros en la tierra en lugares de EEUU, Rusia y China.

En Rusia (Siberia) en 2015 ya habían 7 cráteres misteriosos descubiertos:



En China, 8 agujeros en la tierra aparecieron de repente en 2010 en dos semanas:



En fin, alguien estuvo probando un nuevo artefacto y no lo quieren dar a conocer, por algo será…

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